y hermosa como las que, casi a diario, me trae Galicia cada amanecer!
La lluvia fina, que por aquí llaman orballo, pareciera que no moja;
pero, al cabo, los aires huelen a tierra mojada, a eucalipto empapado de frío, y
a ciprés apretado de humedades...
Los cielos grisean en blanquecinas montañas de nubes débiles y tristes como un recuerdo...
Es el amanecer de una mañana de abril en Galicia;
Es el amanecer de una mañana de abril en Galicia;
y es, también, otra forma de oír crecer la vida...
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