Muchas mañanas, como la de hoy, calurosa desde la madrugada, contrariada (sin agua corriente hasta las 15,30 por mor de una obra en la calle), u otras sórdidas como una ausencia y de un hartazgo de derrotas a través de una extraña, siniestra melancolía, sólo me salva la música...
Para entonces, me voy a Grecia... Con Parios, con Theodorakis, con los filósofos y los dioses que vivieron en el Olimpo...
P.D. Lo hago mucho mejor que este señor!!!
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