El PSOE ha tomado decisiones importantes y exigibles ante un nuevo caso de corrupción y sordidez: expulsar al presunto corrupto de sus filas, cosa que hizo con rapidez en el caso llamado Mediador.
El PP ha aprovechado este asunto en clave de flotador toda vez se ahoga en lo que sale a diario sobre el caso Kitchen, un escándalo que en cualquier país europeo llevaría consigo la disolución del propio partido: usar las alcantarillas del Estado mientras gobernaba para tapar sus propias corruptelas como partido y acusar con falsedades a los adversarios políticos, es de una gravedad tan elevada que, repito, en un país seriamente democrático llevaría consigo la disolución del propio partido. Y para más inri, en vez de estar avergonzados por este insólito hecho, no sólo no han tomado decisiones para con ninguno de los que, desde el Ministerio del Interior, montaros esta operación llamada Kitchen, sino que, además, les ha faltado tiempo para pedir responsabilidades al PSOE, cuando el PSOE es el único partido que ha tomado decisiones expulsando al presunto corrupto y exigiéndole el acta de diputado, acta que ha conseguido sea entregada a pesar de que, como sabemos, el acta de diputado es personal, no del partido...
Pregunta: ¿por qué el exministro del Interior que montó la Kitchen sigue siendo militante del PP?
La gallina
En suma, la España sórdida siempre en el "candelabro"...
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