Como todos los años el 31 de diciembre acabó 2022. Año muy caluroso pero que disfruté casi en su totalidad (de marzo a octubre ambos inclusive) en Galicia, en Cedeira, la cara atlántica de Cabo Ortegal en la provincia de A Coruña, donde tuve un apartamento ideal que me salvó del mundo...
Cedeira lo descubrí al año anterior, en 2021, durante los dos meses que viví en Cariño, también en A Coruña, Galicia, y en la cara cántabra de Cabo Ortegal... Tal descubrimiento me llevó a la decisión de vivir en aquel mágico lugar...
Por lo demás, terminó un año más también la dichosa Navidad y sus asuntos: cada año se me hace más cuesta arriba todo ese mundo que la rodea; al cabo, pasa y como si nada hubiese existido en cuanto a desearnos paz y bienestar los unos a los otros de manera casi mecánica u obligatoria por aquello de la educación y las buenas maneras...
Hubo, en cambio, un hecho hermoso: el pasado día 2 de enero de los corrientes venía al mundo un nuevo sobrino-nieto; es el nº 11 de mis sobrinos-nietos y lleva el nombre de Miguel García de Souza: la globalización ha llegado también a mi familia...
Lo que no llega es el frío; como tampoco se va la "bulla del gentío" en la ciudad de Málaga, una ciudad cada día más extraña para el lugareño y más cotidiana para el extranjero que la visita que la disfruta cual recinto de diversión y libertad sin límites... Sí, Málaga se está convirtiendo en una ciudad imposible por incómoda, abarrotada de gente sin sentido ni sensibilidad... Y muy hostil para los que en su centro vivimos.... Y hoy, ya en el límite de la primera quincena de enero la temperatura no bajó de 21 grados: al sol hacía calor...
También llegó el día de Reyes; este año con una triste noticia aun esperada... Mi querida Teresa al fin descansa desde el pasado día 5 de enero... Nunca he querido olvidarme de una mujer a la que amé y amo porque lo que se ama de verdad una vez se ama para siempre... Lo dije aquel día: Tere ha sido la mujer más hermosamente libre que he conocido en mi vida. Hizo siempre lo que quiso porque así lo quiso y así se lo pudo permitir la vida... Descansa en paz querida, que te lo has ganado...
Y así voy pasando mi tiempo: lecturas, paseos, aperitivos y comidas con amigos... Y programando ya escapadas para cuando venga la primavera y me obligue, como siempre, a seguir su camino...
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