He amado a mujeres muy hermosas. Pero la vida se encargó de alejarlas de mí -y a mí de ellas- del mismo modo que las trajo cerca para amarlas con locura... Pero dicen que el amor acaba -y es verdad- aunque siempre dicen también que queda el cariño y la compañía…
Yo no pude saber lo que es aquel cariño en compañía: cuando acaba el amor sin ataduras legales, sin hijos, sin convivir a diario con la persona amada (por aquello de que la convivencia lo mata todo, entre otras cosas), acaba también la compañía, salvo un pozo inagotable de memoria donde a diario habita la ternura vivida y compartida…
He acabado, pues, siendo un experto en soledad, en saber convivir con una agradable -y temida- soledad… Cosa que siempre esperé, a sabiendas de que así sería desde muy temprano para siempre en mi vida.
CUANDO los días... [Lo que me queda de mis días: diario de un escéptico]
domingo, 22 de enero de 2023
UNA CONFESIÓN
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