domingo, 13 de septiembre de 2020

NO, NO TENGO UN BUEN DÍA: ESTOY MUY HARTO!!!

No, no tengo un buen día; hace unos días supe de la muerte de un querido amigo más joven que yo… No, no tengo un buen día, por eso no callo más… Y si me paso, me pasaré con razón; al menos, con mi razón…
Estoy harto, muy harto, del comportamiento de nuestros lideres políticos, sociales, empresariales y mediáticos… ¡Ya está bien!!!
Que se pongan las pilas de una vez; España está pasando por una crisis sin precedentes desde hace al menos un siglo. Y nuestra clase dirigente, sean políticos, empresarios o medios de comunicación, no están a la altura de las circunstancias. Precisamente cuando más se les necesita, cuando no hay excusas ni otro motivo que arrimar el hombro, empujar y dejar sus idearios y mezquindades para otra coyuntura…
No es de recibo tanta amoralidad de un PP que se sabe con frentes sin solución de continuidad mientras no reconozcan su error, pidan perdón y renueven discursos y estrategias; como tampoco es de recibo que el Gobierno de España se alegre de esta situación de un PP desnortado y herido alentando la crispación con más crispación. España necesita de una derecha política democrática y ciertamente constitucionalista, no de boquilla y de paso impidiendo la normal actividad de las instituciones constitucionales y democráticas, instituciones que se niega a renovar como manda la Constitución porque así tiene una trinchera indecente con la que soportar su maldad…
¡Qué fuerte todo!!! ¿Y nadie dice nada? ¿Acaso hay mayor indecencia política que abusar de instituciones democráticas para ocultar delitos?
No, no es recibo este espectáculo de la crispación, de la falta de escrúpulos, de la indecente utilización de instituciones en modo alcantarilla pestosa llena de miserias y podredumbres amorales; como si no hubiésemos aprendido del pasado más reciente, como si de nuevo Goya y los garrotazos; o reclamando una República ante los desmanes del Rey Emérito, como si una República garantizase la ausencia de delitos de un nuevo Jefe de Estado, República que fue un fracaso colectivo y que acabó en una guerra civil previo golpe de Estado, y en una larga dictadura de los que se decían ganadores… ¿Ganadores de qué?... Nunca he encontrado la respuesta.
No, no tuvimos ni una guillotina ni una Revolución de los claveles; y eso lo estamos pagando… ¿Acaso el Gobierno de España y el PP han olvidado que la crispación en tiempos de crisis sólo le da alas a los populismos, a los fascistas, a los que decían que habían ganado la guerra y que tras la transición no han aceptado nunca la democracia ni los resultados electorales desde entonces?
No, no tengo un buen día; la realidad es muy cruel a veces y me impide ver el bosque; un bosque lleno de fantasmas peligrosos y que ponen en peligro permanente la convivencia, la paz y la belleza…
Y no, no estoy dispuesto a callarme más: es hora de que los españoles de bien tomemos nota y digamos en voz alta que nos nos representan esas actitudes frentistas y reaccionarias. Señores dirigentes de todos los sectores sociales, empresariales, mediáticos y políticos: pónganse las pilas; España no es nada sin su gente; y su gente está cansada del espectáculo que le dan ustedes… Y ojo: con sus actitudes sólo alimentan a los nuevos golpistas antisistema de VOX…
Allá ustedes con sus responsabilidades; conmigo no cuenten para sus vanidades y sus frivolidades…
Despierten del vago sueño de sus mentiras y egolatrías: son ustedes unos impresentables viviendo en un mundo que yo no viva...



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