Llevo varios días expectante: me encanta ver las reacciones de algunos, aunque casi siempre decepcionantes en el sentido de esperadas... Pero hagamos historia...
En junio de 2014 un desconocido Pedro Sánchez se presentaba a las primarias del PSOE tras la dimisión de Rubalcaba; se enfrentaba a Madina y a un tal Pérez Tapias que ha acabado como nos temíamos de todo predicador: huyendo a mejor acomodo.
Madina era el candidato del aparato y pocos apostaban por Sánchez: aparecía como el último, toda vez era el menos conocido y, por tanto, el de menor futuro como para apostar por él: en política nada es gratis ni siquiera las apuestas a futuro...
Madina era el candidato del aparato y pocos apostaban por Sánchez: aparecía como el último, toda vez era el menos conocido y, por tanto, el de menor futuro como para apostar por él: en política nada es gratis ni siquiera las apuestas a futuro...
Los que me siguen y conocen saben que aposté por él desde el primer momento; salvo cuando se equivocó de discurso y estrategia por lo ocurrido tras el NO de Podemos y que precipitó lo que vino después...
Sí, luego vino lo que vino y el aparato dividido tampoco apostó por él mayoritariamente en unas segundas primarias; y sobre todo, vino las formas de como vino, lo que descubrió a un Sánchez frío y calculador hasta cambiar el discurso y acabar ganando las segundas primarias a Díaz y a Patxi López, pasando de liberal socialdemócrata a coquetear con Podemos para salir del fracaso de las elecciones que dejó al PSOE con el peor resultado de su historia, un resultado que empeoró tras repetir las elecciones como consecuencia del NO de Podemos a un gobierno presidido por Sánchez con el apoyo de Ciudadanos. Y este NO de Podemos al acuerdo de Sánchez con C's ha sido el gran error de Podemos, que desde entonces ha ido e irá a peor, y ese fue el triunfo de Sánchez, a pesar de sus malos resultados: las malas formas del proceso de liquidación rehabilitó su futuro y, sobre todo, la coyuntura judicial del PP que ha pasado en el momento justo para coger el tren del poder.
Sí, luego vino lo que vino y el aparato dividido tampoco apostó por él mayoritariamente en unas segundas primarias; y sobre todo, vino las formas de como vino, lo que descubrió a un Sánchez frío y calculador hasta cambiar el discurso y acabar ganando las segundas primarias a Díaz y a Patxi López, pasando de liberal socialdemócrata a coquetear con Podemos para salir del fracaso de las elecciones que dejó al PSOE con el peor resultado de su historia, un resultado que empeoró tras repetir las elecciones como consecuencia del NO de Podemos a un gobierno presidido por Sánchez con el apoyo de Ciudadanos. Y este NO de Podemos al acuerdo de Sánchez con C's ha sido el gran error de Podemos, que desde entonces ha ido e irá a peor, y ese fue el triunfo de Sánchez, a pesar de sus malos resultados: las malas formas del proceso de liquidación rehabilitó su futuro y, sobre todo, la coyuntura judicial del PP que ha pasado en el momento justo para coger el tren del poder.
Sí, pasó lo que pasó, digo, y tras la moción de censura inevitable (dada la negativa de Rajoy a dimitir, no había otra salida tras la sentencia de la Gürtel que la censura) hete aquí que nos ha sorprendido a todos un Sánchez renovado, aquel que el aparato de entonces negó y que los más 'aparatichis' de aquellos, hoy reconvertidos, abanderan como su líder; un líder que, desde cambiar de discurso y estrategia y regresar a su origen, ha conseguido formar un gobierno que lo supera en simpatías de propios y extraños, y que, por arte de magia, ha conseguido dejar en fuera de juego a casi todos sus adversarios políticos sin apenas gestos ni decisiones, salvo elegir al Gobierno que intentará que dure lo más posible que le haga afrontar elecciones con garantías de que no fracasará.
Sí, repito, los que lo negaron dos veces hoy son sus grandes defensores... Reconozco que sus cambios de asesores y su madurez acelerada ha conseguido dejar a C's sin discurso y sin espacio (si el PP se renueva de verdad, C's se queda sin el futuro que esperaba: ocupar el espacio del PP), y Podemos está entregado a la causa sin sacar tajada alguna salvo aquello de 'que me quede como estoy', mientras el PP, roto, dividido y sin futuro a corto plazo, seguirá siendo el gran partido de las derechas visto el error de C's de no sumarse a la moción de Sánchez ni antes a la de Gabilondo en Madrid.
Y en esas estamos... Evidentemente, son otros los que han rectificado su posición ante Sánchez sin razón salvo saberse ganador en esta coyuntura; otros, en cambio, lo hemos recuperado por la simple razón de que ha regresado a su origen; pero serán aquellos que nunca lo apoyaron, salvo cuando fue inevitable, los que tendrán que explicar por qué ahora es el mejor cuando lo negaron dos veces y cuando ha abandonado el discurso por el que lo negaron; al menos, la primera vez...
En fin, las cosas de la vida... En cualquier caso, ojalá acierte porque entre su debilidad parlamentaria y sus amigos tan de hoy no y mañana sí, la va a necesitar... Por el bien de España y de Europa; es decir, de todos nosotros.
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