Hace una hora, más o menos, que llegué de Coín, el pueblo. Allí, hoy, volvió a estar presente Rafael Pérez Estrada; y allí, hoy, gracias a la Fundación García Agüera, en colaboración con el Ayuntamiento de Coín, estuvimos muchos de los que conocimos, tratamos, quisimos a Rafael… Y todos coincidimos al recordar a Rafael Pérez Estrada en su enorme sentido del humor, su infinita capacidad imaginativa, y su inagotable capacidad para la amistad y la oratoria...
Más allá de su enorme importancia como escritor y como dibujante y pintor, todos los que tuvimos la suerte de conocerlo y tratarlo coincidimos en definir a Rafael Pérez Estrada como la persona más amena, más divertida y más brillante que hemos podido llegar a conocer; y quizás, la persona más refinada y culta de aquellos años de la segunda mitad del pasado siglo XX en Málaga, su tierra, nuestra tierra…
Sí, Rafael, más allá de todo su extraordinario ser y estar en el mundo, y más allá de su importancia en la historia de la literatura española, fue, para mi, el heterodoxo más refinado y culto que he llegado a conocer en vida.
Hoy, en mi pueblo, Coín, el pueblo que tanto amaba y donde acabó comprando casa y residiendo largas temporadas, Rafael Pérez Estrada ha estado presente entre nosotros. Allí, en un antiguo convento, se ha inaugurado una exposición sobre su figura, su vida y su obra; una exposición que irá acompañada de diversos actos y publicaciones que la Fundación García Agüera, en colaboración con el Ayuntamiento de Coín, desarrollará a lo largo de los próximos días en su 80 aniversario y cuando hace 14 años ya de su muerte.
Gracias, querido primo J. Manuel, por tan necesario reconocimiento.
Fue una noche muy hermosa…
Más allá de su enorme importancia como escritor y como dibujante y pintor, todos los que tuvimos la suerte de conocerlo y tratarlo coincidimos en definir a Rafael Pérez Estrada como la persona más amena, más divertida y más brillante que hemos podido llegar a conocer; y quizás, la persona más refinada y culta de aquellos años de la segunda mitad del pasado siglo XX en Málaga, su tierra, nuestra tierra…
Sí, Rafael, más allá de todo su extraordinario ser y estar en el mundo, y más allá de su importancia en la historia de la literatura española, fue, para mi, el heterodoxo más refinado y culto que he llegado a conocer en vida.
Hoy, en mi pueblo, Coín, el pueblo que tanto amaba y donde acabó comprando casa y residiendo largas temporadas, Rafael Pérez Estrada ha estado presente entre nosotros. Allí, en un antiguo convento, se ha inaugurado una exposición sobre su figura, su vida y su obra; una exposición que irá acompañada de diversos actos y publicaciones que la Fundación García Agüera, en colaboración con el Ayuntamiento de Coín, desarrollará a lo largo de los próximos días en su 80 aniversario y cuando hace 14 años ya de su muerte.
Gracias, querido primo J. Manuel, por tan necesario reconocimiento.
Fue una noche muy hermosa…
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