Hace unos años Hopper me pidió que me pusiese de esta guisa para uno de sus cuadros, donde un camarero de bar de carretera, uno de esos bares donde llegaba el Sheriff con su Chevrolet 100 largo antes de terminar su jornada...
En la barra del bar hay una mujer muy hermosa, sola, despechada, que llora delante de una coca-cola y el camarero, o sea, yo, lleva este gorrito y una camiseta blanca... Intento consolar a la chica, cliente habitual; entre otras cosas le propongo que espere a que termine mi turno y la acompañaré a casa...
Las luces de neón iluminan de soslayo la barra del bar, mientras el Sheriff se despide hasta mañana y el bar lo inunda una insoportable soledad de derrota...
P.D. Bueno, creo que todo esto lo he soñado... En la foto estoy en Pontevedra en casa de una amiga donde hice unas migas de espárragos trigueros...
CUANDO los días... [Lo que me queda de mis días: diario de un escéptico]
domingo, 16 de marzo de 2025
UN CUADRO DE HOPPER...
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