domingo, 6 de agosto de 2023

Y AQUÍ SEGUIMOS...

Mi generación tuvo que optar por tomar partido y hacer política, aun sin querer, harta de que la hicieran -y de aquella manera- por nosotros aquellos desalmados que decían habían ganado una guerra...

Sí, tomamos partido quizás demasiado pronto porque era urgente... Y sustentado en lecturas de ensayos a cuenta gotas prohibidos y que, como utópicos, no servían para mucho; pero al menos nos señalaron el camino que teníamos que comenzar...

Pronto descubrimos que aquel camino sería largo y difícil... Tanto como asistir aún hoy a regresiones del pasado que creímos superado y que ha resultado ser muy frágil.
Por eso a los de mi generación nos duele el desdén de muchos que se dijeron nuevos hacia aquellos difíciles años que no vivieron y que iban, van, de profesores de universidad; por cierto, pobres alumnos manipulados con tanta fullería intelectual...

Y también, durante el viaje, hubo muchos desencantos; zancadillas, temores todos; dudas inesperadas e insuperables; corruptelas desde lo más alto de la pirámide social, económica y. política... Y es que, en el fondo, éramos tan jóvenes que desconocíamos, por entonces, la condición humana; una condición humana que a pesar de tanto todo (para nada, quizás, que diría el poeta) aún hoy a muchos nos sigue sorprendiendo por inabarcable desde una incierta apuesta por la solidaridad y la igualdad de oportunidades: es la certeza de la maldad humana, irrepetible quizás en otras especies animales, que si lo son es por supervivencia y alimento, no por avaricia ni por creerse superior a sus semejantes...

Mientras tanto, aquí seguimos, muchos de los de entonces, dispuestos a defender lo que hicimos y por qué lo hicimos; y sobre todo, dispuestos a que nuestra parte de razón siga siendo parte de una verdad superior, la colectiva...
Como gaviotas que a diario sobrevuelan el mar intentando seguir sobreviviendo a su modo...



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