domingo, 6 de agosto de 2023

MÁLAGA, LA CIUDAD SIN LEY


Son las 8,49 horas. Tras otra noche imposible de calor y ruidos (nunca he sabido qué hay detrás de las cabezas de la gente que grita en el silencio de la noche, cuando no se insultan y se baten a puñetazos y patadas, o motos y coches tocando el claxon para saludar a alguien, saludo que devuelve gritando un sonido ininteligible de complacencia), con discotecas en el centro mal insonorizadas y bares abarrotados de borrachos a voces, a esta temprana hora, cuando han desaparecido los borrachos y las discotecas están al fin cerradas, aparece un camión de la limpieza, a diésel, con un ruido espantoso y que vuelve a llenar de ruidos a Dodge City, la Málaga sin ley... Se supone que viene a regar con agua la ciudad llena de suciedades varias dejadas por los hooligans de la noche y madrugada, pero no sólo trae agua; viene también con un insoportable ruido: lo de los motores eléctricos ni les suena a los dirigentes políticos ni a la empresa concesionaria del servicio…

Y no sólo sucede los fines de semana: Málaga es como un recinto de ocio maleducado, gamberro y sin orden de lunes a domingo, sin horarios ni control alguno: el poder que debería garantizar las normas de convivencia está como ausente; quizás es porque aquel poder ausente está muy presente en el negocio del ocio gamberro y maleducado, donde los “guiris” en pandillas visitan la ciudad (barata para ellos, pero la han encarecido para los residentes del centro) y sin las restricciones de sus países: vuelos baratos, pisos turísticos donde pernoctan en masa, y a la calle, a emborracharse hasta el amanecer que acabará en broncas, gritos, peleas y ruidos insoportables… Y los del lugar vendrán al centro a imitarlos y a gritar más alto… Para entonces, pides auxilio y nadie acude…

Málaga ya no es la Ciudad del Paraíso. No. La Málaga de hoy es una ciudad sin ley; una nueva Dodge City, aquella del lejano oeste americano, donde impera sólo una ley: la de la hostelería y sus tentáculos en el poder local (Coppola está pensando rodar aquí El Padrino IV)...
Al cabo, la ciudadanía que habita el centro de la ciudad asiste impotente a diario a un ruido ensordecedor, a una inagotable ocupación de la vía pública por veladores consentidos y a una falta de respeto en forma de gamberradas a las puertas de bares/discotecas mal insonorizadas, amén de la suciedad ad hoc tras el consumo de alimentos y bebidas en la calle, así como necesidades orgánicas de todo tipo de animal (incluido el inhumano) y basuras apestosas desparramadas en el suelo...
Lo dicho, Málaga es la nueva Dodge City, la ciudad sin ley... Y ojo: está afectando a la salud de los vecinos que vivimos en el centro de la ciudad, aunque es un fenómeno que se extiende ya casi por toda la ciudad...

P:D.
¿Para cuándo los poderes públicos serán ejemplares? ¿Para cuándo van a cumplir la normativa y desmantelar intereses ocultos de poderes fácticos ligados al sector hostelero y de ocio? Málaga se parece cada vez más a la Chicago de Al Capone y al New York de Vito Corleone y Mario Puzo… Y si tanto hablan del coche eléctrico los poderes públicos, ¿para cuándo van a renovar esta flota dieciochesca en modo tanques rusos de Putin?
¡Mirad qué máquina! ¡Pero si parece un tanque de Putin!!!
¡¡¡Esto es la guerra contra el bienestar de los ciudadanos malagueños!!!
¡Socorrooooo!!!!...



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios