martes, 4 de febrero de 2014

NUNCA, JAMÁS... NO

El otro día comentaba que nunca, no, jamás votaré a las derechas, sean como sean esas derechas, franquistas (las de esta parte de la Iberia) o democráticas (están por verse en esta parte de la Iberia: nunca serán democráticas hasta que entierren su pasado y condenen el franquismo; cuando se cierren, de verdad, las heridas del siglo XX español).
Y hoy lo repito: nunca votaré a estos golfos de la derecha ni a derecha alguna: conservar sólo hay que conservar la vida; todo lo demás hay que revolucionarlo, cambiarlo, rehacerlo, volverlo a nacer: el mundo, Europa, España es una porquería...
Siempre separé la ideología, los sentimientos, las ideas, de las instituciones; los partidos son meros instrumentos; y si te traiciona un partido, eso no significa que te traicionen tus ideas, tus sentimientos, tu ideología; sólo han sido hombres y mujeres que quisieron poner en práctica aquellas ideas y se equivocaron o no pudieron o te traicionaron; pero las ideas permanecen siempre; al menos en mi y en la gente que considero honesta y madura como para respetarlos siempre...

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