"Eso ocurrirá muy pronto... Uno a uno todos nos convertiremos en sombras... Es mejor irse a ese otro mundo en plena gloria de una pasión que desvanecerse y marchitarse con los años..." (James Joyce: Los muertos)
En el año 1987 John Huston, ya en silla de ruedas y con oxígeno asistido, dirigió una soberbia película basada en el cuento LOS MUERTOS de Joyce; una película que por supuesto conservo en DVD y a la que siempre regreso... Y me conmueve, cada vez que lo veo, el tramo final, cuando Gabriel, el marido, tras conocer que su mujer tuvo una relación con un joven que murió en la adolescencia, reconoce lo anodino de su existencia...
Aquella relación con final trágico la recuerda su mujer al oír cantar una canción popular irlandesa -canción que aquel joven le cantaba-, mientras va bajando las escaleras de la casa de las "titas" solteronas a la que acudieron a una fiesta...
Impresionante el encuadre de la escena de la escalera, con la Angélica Huston enmarcada en la ventana vidriada que parece una virgen (la Irlanda católica siempre presente); y para enmarcar el monólogo del marido, que se descubre ante su anodina vida sentimental...
Impresionante película de Huston; maravilloso cuento de Joyce...
Afortunadamente, tenemos refugios...
http://www.youtube.com/watch?v=3YLoBZWtp60&feature=share
En el año 1987 John Huston, ya en silla de ruedas y con oxígeno asistido, dirigió una soberbia película basada en el cuento LOS MUERTOS de Joyce; una película que por supuesto conservo en DVD y a la que siempre regreso... Y me conmueve, cada vez que lo veo, el tramo final, cuando Gabriel, el marido, tras conocer que su mujer tuvo una relación con un joven que murió en la adolescencia, reconoce lo anodino de su existencia...
Aquella relación con final trágico la recuerda su mujer al oír cantar una canción popular irlandesa -canción que aquel joven le cantaba-, mientras va bajando las escaleras de la casa de las "titas" solteronas a la que acudieron a una fiesta...
Impresionante el encuadre de la escena de la escalera, con la Angélica Huston enmarcada en la ventana vidriada que parece una virgen (la Irlanda católica siempre presente); y para enmarcar el monólogo del marido, que se descubre ante su anodina vida sentimental...
Impresionante película de Huston; maravilloso cuento de Joyce...
Afortunadamente, tenemos refugios...
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