1. De los nacionalismos.
Nunca he sido ni seré nacionalista, la forma colectiva del egoísmo falsario, aunque asumo que haya nacionalistas como aquellos que aún creen en eso de las patrias y las banderas de manera emocional o de amor a la tierra que vieron al nacer de manera fortuita y sin voluntad propia, por tanto, una manera absurda de ver la vida y el mundo... Pero lo que ya no entiendo ni alcanzo a comprender siquiera, es que los que condenan el nacionalismo de unos sean más nacionalistas aún de su territorio que aquellos a los que critica serlo para con el suyo. No sólo es una contradicción, sino un despropósito y una doble e inaceptable vara de medir.
Y así, hay muchos nacionalistas españoles que condenan el nacionalismo catalán, o vasco, por ejemplo. Y en aquella defensa de "su patria", para colmo, sacan banderas y otros asuntos mucho más hirientes... No, no es de recibo criticar el nacionalismo desde otro nacionalismo. La única alternativa al nacionalismo de todo tipo es el federalismo como la mejor solución hacia una gobernanza global del mundo... Si algo nos ha enseñado la historia es que los nacionalismos no son las respuestas a los males de la globalización.
Por tanto, sólo veo en los nacionalismos voluntarismos y mentiras, más propias de trileros que de políticos responsables…
2. De los populismos.
El populismo tiene dos caras, la del fascismo de derechas y la del totalitarismo de los falsarios que se dicen de izquierdas... Ambos sólo buscan el frentismo, la barbarie, la confrontación, justo lo contrario del pacto social de la modernidad que trajo la democracia parlamentaria, el consenso constitucional y el concepto de 'citoyen' como portador de derechos y deberes: "sin deberes no hay derechos" (Saramago dixit)...
3. Conclusión.
El populismo y el nacionalismo se refuerzan cuando la globalización, no sólo comercial, sino cultural gracias a las nuevas tecnologías, es un hecho irreversible: al campo no se le pueden poner puertas, por muchos impresentables que las vendan como remedios...
Desenmascaremos, pues, a los falsarios diablos fascistas y demagogos ególatras que se creen salvadores y mesías aprovechando el miedo y la soledad de los más desamparados…
¡Abajo todo nacionalismo con su populismo como bandera!!!...
¡Pandilla de golfos demagogos!!!...
