sábado, 27 de julio de 2024

HIER, ENCORE,,,

"Hier, sous le ciel de Paris, sur les eaux de la Seine", asistí a un hermoso espectáculo...
"La France", una vez más, abanderada de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, como desde aquella toma de la Bastilla de entonces, nos volvió a dar una lección de diversidad, de mestizaje, de cultura, de ciencia, de arte, de vida...
Fue una bellísima exaltación de los cimientos sobre los que se ha construido la cultura francesa de la modernidad; desde la ciencia, el arte, la moda, la elegancia y la educación laica y respetuosa para con el -y lo- diferente...

Y todo ello bajo el cielo -a pesar de lluvioso- de París, sobre las aguas del Sena bordeando "l'Île de la Cité" hasta llegar a Trocadero... Y con una puesta en escena espectacular; con distintas escenografías, grabadas o en directo, espectaculares... Como cuando se interpretó La Marsellesa; o la Habanera de la "Carmen" de Bizet; o cuando salían del Louvre los personajes de sus cuadros; o libros, de Verlaine, de Proust, de Montesquieu...

Destacaron también el papel de la mujer en la historia de la Francia de hoy; científicas, escritoras, feministas, cineastas... Mujeres del mundo del arte, de la ciencia y la cultura que tanto han significado en la historia de Francia y representadas en doradas estatuas que iban apareciendo de entre las aguas del Sena como lo mejor de su cultura... O plataformas sobre el hermoso río donde bailarines representando la diversidad del mundo de hoy nos dieron lecciones de civismo y respeto al diferente... O escenografías exaltando la historia y cultura francesa y, por tanto, europea; desde obreros y restauradores recomponiendo la soberbia "Notre-Dame" que hace unos años ardía en el fuego, aquella de su jorobado, aquella en la que se recreó Víctor Hugo, aquella Francia de escritores y poetas universales, eternos en nuestras vidas, a ingenieros y científicos de todas las ramas del conocimiento humano...

Terminó el espectáculo con Zidane (el Federer del fútbol) entregando la antorcha a Rafael Nadal (el rey de Roland Garros: Francia siempre admirando lo ajeno cuando es grande), mientras Céline Dion recordaba a Edith Piaf en un homenaje a aquella "chanson française" de nuestras vidas y se elevaba el globo donde el pebetero de la llama olímpica nos dirá durante unos días que hay un país en Europa que sigue siendo vanguardia en las cosas del humanismo y la decencia estética y moral en el mundo de hoy...

Sí, una tarde noche donde los afrancesados volvimos a declarar y reconocer nuestra devoción y admiración por un pueblo, unos ciudadanos, un país que desearía fuese imitado por el mío en tanto el respeto, la solidaridad y la ternura para con los otros, los diferentes, los distintos, los desiguales y los desposeídos...

Al terminar el espectáculo de la diversidad, del respeto, de la exaltación de la conquista de la igualdad y la fraternidad, al apagar la TV, aquí, en la España de los mediocres de siempre, se seguía hablando de "MENAS", de jueces buscando lo que no existe, de periodistas o mediocres envidiosos desprestigiando el espectáculo que habíamos disfrutado y con ese lenguaje obsceno de los que siempre nos quieren tutelar con mentiras, con discursos, con cuentos y con su odio como bandera... Y sentí una profunda decepción por despertar de un sueño de cuatro hermosas e inolvidables horas...

Vive La France!!!...




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