Muchas mañanas, oyendo mis músicas preferidas, te recuerdo...
Por entonces el amor era radical, de raíz, profundo: tú eras el principio y el fin de todo...
También recuerdo que con los años sabríamos -siempre lo presentimos- que aquel todo dejaría de serlo alguna vez, pero también que jamás alcanzaría la nada...
Hoy lo sé: te sigo admirando, respetando; y me sigues gustando, emocionando... Y no hay momento que deje de hacerlo cada vez que oigo ciertas músicas, aquellas que siempre me llevan a ti, o cuando un paisaje, un atardecer o un mar me lo ponen fácil...
Todo ello a pesar de que muchas veces, demasiadas quizás, estoy en el otro lado del mundo, como aislado y ausente... Aunque eso sí, sintiendo y haciéndome creer que la tierra, el mundo, a su pesar, sigue siendo aquel lugar hermoso que nos acogió durante aquellos años...
P.D. Espero que te gusten estas canciones de Willie Nelson y Ray Price... Desayunando esta mañana, mientras los oía, te creí aún a mi lado... Un abrazo fuerte
CUANDO los días... [Lo que me queda de mis días: diario de un escéptico]
jueves, 18 de julio de 2024
A TI, QUE NO TE NOMBRO...
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