En la nueva Dodge City, la ciudad sin ley de Málaga, ha terminado al fin la feria... Pero sigue la vulgaridad de un modelo insostenible de ciudad...
La otrora Ciudad del Paraíso es hoy una ciudad vulgar, sucia, sin orden ni ley e insostenible... Málaga, la nueva Dodge City, es una ciudad gobernada por mafias hosteleras y ladrilleras como jamás nunca antes sucedió... Y toda ella amparada por ausencia de poder vigilante y, por tanto, sin ley ni respeto alguno...
La que fuera una ciudad amable, coqueta, sin grandes monumentos, sí, pero agradable de pasear y saborearla, hoy la han convertido en un centro comercial toda ella donde desde churros a vinos y paellas para un turismo chabacano y vulgar, tiendas de medio pelo (no hay marcas líderes ni glamourosas), más allá de discotecas mal insonorizadas sin horario ni ley y oficinas de abogados, economistas y otros servicios privados... Y cuando el horario comercial acaba, Málaga es una inmensa botellona...
Los bares cierran a la 1 de la madrugada. Las discotecas, al parecer y por lo visto, no tienen horario, están localizadas en el centro de la ciudad, lo cual hace insoportable el ruido; no ya tanto el de la música (cada vez que abre la puerta alguien para fumar se oye un torrente de chinchimpún insoportable que te despierta), sino, sobre todo, que al cabo salen a fumar constantemente una tropa de borrachos o drogados que vociferan el alcohol que llevan dentro, cuando no broncas porque ha mirado a su novia con ojos lascivos... Y cuando cierra el local, la borrachera colectiva, sentada en motos aparcadas cerca, duran las voces hasta el alba o las 8 de la mañana, cual San Fermín por qué me has echado a la calle o peleas por otros asuntos con voces imposibles...
Para nota el asunto inmobiliario: los alquileres turísticos (legales e ilegales), más allá de dar refugio a un turismo joven que viene a emborracharse por menos dinero y hasta altas horas, es decir, un turismo nada rentable, ha incrementado el precio de la vivienda de alquiler al reconvertirse gran parte de aquella vivienda en apartamentos turisticos, lo que hace bajar la oferta, lo que implica subida de precios del alquiler de larga duración...
Terrible todo; pero lo peor, llamas por teléfono a quien corresponde el orden ante noches terribles (ya todas y en todas las épocas del año) y nadie repara...
¿Por qué esa ausencia de poder ante un sangrante atentado al derecho a descansar en la casa de uno? ¿Hay que huir del centro de la ciudad para mantener a 4 desalmados que andan a sus anchas en el mundo de las drogas legales amparados por autoridades cesantes ante estos delitos? ¿Acaso este es el modelo de ciudad para el futuro de Málaga?
¿Para cuándo una ciudad amable como lo fue?... Venir al centro de la ciudad no debe ser venir a un pueblo del oeste americano de entonces donde hasta el Sheriff era de los malos...
Y también para nota los servicios de limpieza que empiezan al alba cuando los borrachos se han ido y comienza el ruido espantoso de camiones diesel de hace 20 años y trabajadores a voces como en Málaga es costumbre y uso; como también es uso y costumbre, fuente del derecho, el pitido de coches ante cualquier situación...
En suma, la nueva Dodge City, la ciudad sin ley de Málaga, es una ciudad fallida... Y ojo, este modelo no es viable y durará lo que dure dura...
La otrora Ciudad del Paraíso es hoy una ciudad vulgar, sucia, sin orden ni ley e insostenible... Málaga, la nueva Dodge City, es una ciudad gobernada por mafias hosteleras y ladrilleras como jamás nunca antes sucedió... Y toda ella amparada por ausencia de poder vigilante y, por tanto, sin ley ni respeto alguno...
La que fuera una ciudad amable, coqueta, sin grandes monumentos, sí, pero agradable de pasear y saborearla, hoy la han convertido en un centro comercial toda ella donde desde churros a vinos y paellas para un turismo chabacano y vulgar, tiendas de medio pelo (no hay marcas líderes ni glamourosas), más allá de discotecas mal insonorizadas sin horario ni ley y oficinas de abogados, economistas y otros servicios privados... Y cuando el horario comercial acaba, Málaga es una inmensa botellona...
Los bares cierran a la 1 de la madrugada. Las discotecas, al parecer y por lo visto, no tienen horario, están localizadas en el centro de la ciudad, lo cual hace insoportable el ruido; no ya tanto el de la música (cada vez que abre la puerta alguien para fumar se oye un torrente de chinchimpún insoportable que te despierta), sino, sobre todo, que al cabo salen a fumar constantemente una tropa de borrachos o drogados que vociferan el alcohol que llevan dentro, cuando no broncas porque ha mirado a su novia con ojos lascivos... Y cuando cierra el local, la borrachera colectiva, sentada en motos aparcadas cerca, duran las voces hasta el alba o las 8 de la mañana, cual San Fermín por qué me has echado a la calle o peleas por otros asuntos con voces imposibles...
Para nota el asunto inmobiliario: los alquileres turísticos (legales e ilegales), más allá de dar refugio a un turismo joven que viene a emborracharse por menos dinero y hasta altas horas, es decir, un turismo nada rentable, ha incrementado el precio de la vivienda de alquiler al reconvertirse gran parte de aquella vivienda en apartamentos turisticos, lo que hace bajar la oferta, lo que implica subida de precios del alquiler de larga duración...
Terrible todo; pero lo peor, llamas por teléfono a quien corresponde el orden ante noches terribles (ya todas y en todas las épocas del año) y nadie repara...
¿Por qué esa ausencia de poder ante un sangrante atentado al derecho a descansar en la casa de uno? ¿Hay que huir del centro de la ciudad para mantener a 4 desalmados que andan a sus anchas en el mundo de las drogas legales amparados por autoridades cesantes ante estos delitos? ¿Acaso este es el modelo de ciudad para el futuro de Málaga?
¿Para cuándo una ciudad amable como lo fue?... Venir al centro de la ciudad no debe ser venir a un pueblo del oeste americano de entonces donde hasta el Sheriff era de los malos...
Y también para nota los servicios de limpieza que empiezan al alba cuando los borrachos se han ido y comienza el ruido espantoso de camiones diesel de hace 20 años y trabajadores a voces como en Málaga es costumbre y uso; como también es uso y costumbre, fuente del derecho, el pitido de coches ante cualquier situación...
En suma, la nueva Dodge City, la ciudad sin ley de Málaga, es una ciudad fallida... Y ojo, este modelo no es viable y durará lo que dure dura...
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