domingo, 27 de febrero de 2022

UNA NUEVA HUIDA...

 Mañana iniciaré una nueva huida... Desde que me conozco sólo hice huir cuando lo necesitaba... 

Como hacía en el campo de Tolox durante la infancia, cuando a la hora fatídica de comer (lo vomitaba todo: espasmos pilóricos creo que se llama). Sí, a esa hora me subía a la Rosa del Tío Bartolo, nombre de uno de los montes que cerca la finca. Me llamaban a voces, me exigían presencia... Sé que hice sufrir a mucha gente, sobre todo a mi madre; pero para mí era un tormento y huía...

Como huía y me escondía entre los bojes del jardín de la casa de los abuelos de Coín cuando llegaba el Practicante (hoy ATS o enfermero)a ponerme alguna inyección de aquellas con las agujas que parecían espadas y que tanto dolor hasta el chillido y el llanto producían...

O como haré mañana, huyendo de paisanajes quemados en el tiempo (Málaga, por eterna, me cansa en su bulla de calles imposibles en pos de un turismo de mochila y botellín de agua mineral que vomitan los buques todo incluido de cruceros vulgares y masificados), más allá de insoportables ruidos necesitados de sosiego...

Tras hacer noche en mi adorada Extremadura, al cabo alcanzaré mi nuevo destino de constantes idas y vueltas durante 2022: todo un descubrimiento que hice en mis días de Cariño el pasado año...

Será para entonces cuando quizás pueda olvidarme por momentos especiales de aquel hijo de Put. que tanto daño moral hace sin que Occidente reaccione "comm'il faut". Quizás porque Occidente también es ya un mundo amoral...

P.D. Pronto Luz Casal me regalará su música y Rosalía de Castro me consolará...



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