miércoles, 23 de junio de 2021

SIGUE LA HUIDA...

 14 DE JUNIO 2021

Eran las 12,48 horas de hoy cuando entraba en A Coruña, una de las ciudades más elegantes de España...
Conocí una Coruña sucia, olvidada... Hoy es un espectáculo para toda visión humanista y sensible de lo que deben ser los espacios públicos y sus adecentamientos... Tanto que hoy es una de las ciudades con más calidad de vida de Galicia y de España...
En aquella calidad no ayuda su clima, salvo en verano; pero la gestión urbanística y humanamente aceptable de aquel notable alcalde de apellido Vázquez, quedará de por vida formando parte de la ciudad y de la memoria colectiva de muchos españoles que amamos Galicia...


15 DE JUNIO 2021
Hace 44 años, tal que hoy, los españoles fuimos a votar por vez primera tras la guerra civil...
Aún recuerdo aquel emocionante día, como los años previos de lecturas, reuniones clandestinas y construcción de relatos que hicieron de muchos de nosotros lo que inevitablemente somos hoy...
Viendo el comportamiento de la derecha política de este territorio llamado España pareciera que nada ha cambiado... Pero seamos justos: me tengo por patearme el país; no sólo España, sino también Portugal; y creo conocer toda la Iberia para decir que tenemos un soberbio territorio, la Iberia, con una calidad de vida que ya quisieran muchos de los que van de vanguardia en casi todo. ¿Qué nos falta? Una cosa muy simple: superar un pasado reciente, una superación de dictaduras y guerra civil que pasan por recuperar la memoria colectiva de lo que pasó para que no vuelva a suceder; tapar sólo sirve para olvidar y repetir. Yo no olvido; sólo quiero recuperar toda la verdad para no volver a equivocarnos todos de nuevo...
Y una cosa es cierta: tras estos años de crisis financiera y sus debilidades de estructura económica (hay demasiados oligopolios en sectores estratégicos que consolidan cuellos de botella inaceptables) y social, agudizados por la terrible pandemia de la Covid que aún nos asola, España necesita una profunda reforma institucional en todos sus ámbitos: político/administrativo, judicial, mediático, fiscal/financiero, sanitario y de todo el entramado económico y social: educación, servicios sociales, investigación, ciencia, etc...
El Estado Español, tal que hoy, no funciona bien; se necesitan profundas reformas, desde el Estado Autonómico hasta el Senado y el funcionamiento de las instituciones de participación política y social, como los partidos políticos, los sindicatos y las organizaciones empresariales...
Repito, España es un gran país, pero necesitado de profundas reformas. Es verdad que muchas veces digo que para esta realidad de crispación y negacionismo populista no hicimos la transición, y a veces incluso echamos de menos los liderazgos de entonces, pero siendo honestos tenemos que reconocer que España es un gran país que en apenas algo más de 40 años ha dado un paso de gigante en la Iberia y en el mundo, como lo ha dado también mi amado Portugal, del que tenemos que aprender muchísimas cosas los españoles...
Hoy, tal que hace 44 años, siento una profunda emoción al sentirme ciudadano libre en este complicado mundo donde precisamente el concepto de ciudadanía y de libertad escasean...



17 DE JUNIO 2021
El pasado lunes de los corrientes, tras visitar la siempre sorprendente -por elegante- y hermosa ciudad de A Coruña, regresé a Pontevedra, donde siempre el afecto necesario de la familia más cercana, la de la sangre y la del alma...
Para mi sorpresa -y más llegando desde Cariño, donde el tiempo aún es casi invernal- Pontevedra alcanzaba los 30 grados, lo cual me hizo pasar una mala noche, pero adelantándome y pensando que al día siguiente mejoraría la cosa, tuve cierta esperanza... Pero hete aquí que empeoró y al día siguiente subió más la temperatura y nada se movía en el aire lo cual, como temí, seguiría en la noche siguiente...
Y así fue... Y fue tanto y tan duro que al amanecer decidí regresar, contra pronóstico, a mi invierno aún de Cariño...
Y es que he llegado a esa terrible edad donde sólo busco ya estar a gusto conmigo y con lo que me rodea en cada momento... Y entre el calor excesivo y yo hay algo muy personal...



20 DE JUNIO 2021
Pronto será el regreso...
Al Sur, aquel sur eterno y mío...
Hay muchos sures; el mío goza de un mar calmo en todo su litoral; nada que ver con este norteño, bien Cantábrico o Atlántico que me acoge siempre de manera necesaria y saludable a pesar de la rudeza de este mar... No sólo es el contraste lo que me atrae y atrapa; también sus gentes, más reservada y discreta... Como una metáfora de la soledad que necesitamos los solos...
Llevo por estas tierras más de 40 días... No he parado tras más de 3.500 km recorriendo las tierras de Rosalía de Castro, tierras que por más que las reconozca me siguen sorprendiendo y, sobre todo, las sigo necesitando: aquí me calmo, me sereno, me analizo y reclamo de mí lo mejor que pueda poseer; al menos me lo exijo con la honestidad de saberme nada, solo, frente a esta inmensidad de mares y montes imposibles en sus muchedumbres...
Y su clima, la textura del aire, su rumor y sus estelas, son las más eficaces de mis medicinas... Sí, aquí me curo de días; aquí me sublimo y hasta me siento livianamente fuerte: nunca deja de estar presente mi declive físico, aquel sin solución de continuidad por crónico e inevitable...
Pero pronto, sí, muy pronto será el regreso... Quedan 10 días aún, pero ya siento que presiento lo terrible del regreso; a mi Sur, a lo más mío, sí, pero que en verano se me hace insoportable... Su clima, a veces, por insufrible me hunde... Y las gentes que bajan a aquel Sur, sean nacionales o extranjeros, y que dicen van a descansar, no solo no lo consiguen sino que no nos dejan descansar a los nativos...
Ay!!!!, cuánta calor y cuanta mala educación me esperan en el regreso!!!... Tantas que ya empiezo a sentir una incierta inclinación hacia la melancolía...


21-22 DE JUNIO 2021
Camino de Pontevedra entré en Santiago, el de Compostela...
Y como siempre, la exaltación de una locura...
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Paseos matutinos por territorios ya eternos (Poio, Combarro, La Seca)...
Y la ciudad de Pontevedra, la ciudad más amable de Galicia, es una ciudad modélica en la conservación de su casco histórico monumental y de la concepción humanista de su urbanismo...






23 DE JUNIO 2021
Llevo todo este tiempo de huida en lo de siempre: el déficit de espíritu crítico de la ciudadanía y cómo ésta se acomoda a cualquier relato en modo consigna de interesados y sesgados dirigentes políticos, sociales o económicos...
Es el eterno dilema del despotismo (ilustrado o no: más bien, no) frente a la democracia participativa... Es cierto que no es de recibo lo que sucede; por ejemplo, muchos somos los que hemos dedicado -y sigo dedicando: nada es quieto, todo fluye- una muy grande parte de nuestras vidas a estudiar, a informarnos, a recopilar datos y lecturas para llegar a la concepción que tenemos del mundo y de la vida en general... En cambio, otros, y con las mismas posibilidades que muchos de nosotros, decidieron no dedicar ese tiempo a esos menesteres, sino, por ejemplo, a su formación profesional, dejando de lado su formación humanista, lo cual deviene, quizás, en un ser de más alta cualificación profesional (cosa que estaría por ver) y, desde luego (y esto sí es contrastable), de escasa o nula formación humanista, más allá de lo que se hayan apropiado acomodaticiamente de otros en función de sus déficits culturales y sociales... Y claro, no hay derecho!!!, -me digo...
Y esto, en una democracia representativa como la española, se manifiesta con claridad: el escaso espíritu crítico de la mayoría de la sociedad española, la apatía para formarse en los ámbitos del humanismo, nos hace desiguales, tanto que resultaría inaceptable que el valor del pensamiento de un ciudadano que ha dedicado gran parte de su vida a aquella formación valga lo mismo -a efectos contables de la formación de la opinión pública- que el de otro ciudadano que, repito, teniendo el mismo acceso e idénticos medios para aquella formación humanista ha renunciado a tenerla, asumiendo la de otros que le venden mentiras desde el poder que detentan, sin que aquellos ciudadanos sean capaces de discernir el grano de la paja por dejación de su espíritu crítico como consecuencia de su renuncia a formarse en aquellos terrenos del humanismo y de la solidaridad a la que toda sociedad cohesionada nos obliga...
Para colmo si encima tienes que explicar el Catón, la melancolía te inunda de renuncias...
Sólo la educación nos hará ciudadanos críticos; y sólo siendo ciudadanos críticos seremos libres y capacitados para la igualdad. Y aquella educación de la ciudadanía no sólo es un derecho; tiene que ser un deber...
En fin... Reflexiones a bote pronto en esta tarde ya del verano de 2021...



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