domingo, 31 de mayo de 2020

EL LIBRO DEL SOSIEGO (I)

5 DE MAYO
-¡Señor, la hora del whisky en el jardín...



9 DE MAYO
-¡Señor, es hora de su whisky en el jardín...
-Y si a bien lo tiene, le he dejado en la cocina la bandeja con una onza de chocolate y un trozo de pan para cuando guste, que ya va uno sabiendo de sus debilidades...

10 DE MAYO
-¡Señor, hoy no salga al jardín... Han bajado las temperaturas y temo se me enfríe. Le he preparado su Dry Martini para que lo tome en el salón mientras se terminan de hacer las gambas al pil-pil...

11 DE MAYO
-¡Señor, aproveche su crepúsculo de hoy en el jardín, que han anunciado aguas para los próximos días... Le he dejado una copa de whisky en su copa preferida de coñac...
-Ah!, si me necesita, estoy en mis aposentos...

12 DE MAYO
-¡Señor, mire la tarde que ha quedado tras las lluvias...
-Aprovéchela en el jardín. Le he puesto una copa de Pinord Reynal y unas aceitunas que espero sean de su agrado...

14 DE MAYO
-¡Señor, ya terminó el ama de llaves y puede pasar al jardín... Le he preparado unas infusiones de té verde y manzanilla frías, y un poco de horchata de chufas granizada...
-Espero sean de su agrado... Llámeme si me necesita. Buena tarde noche tenga, Señor!!...

15 DE MAYO
-¡Señor, ya puede pasar al jardín...
Como me pidió ayer le he dejado el libro antológico de Rafael de León que editó Renacimiento. Disfrútelo con una mezcla de horchata y limonada granizadas...
16 DE MAYO
-¡Señor, el jardín le espera... Le he servido un Oporto y unos trocitos de queso fresco de cabra que espero sean de su agrado... Que pase un buen rato con Baudelaire...

17 DE MAYO
-¡Señor, vaya al jardín... que ha quedado una hermosa tarde en compañía de Rafael de León...

18 DE MAYO
-¡Señor, el crepúsculo en el jardín... Quedó la tarde para acompañarla de un gin-tonic a la salud de Joan Margarit...

19 DE MAYO
-¡Señor, su hora de jardín...
Le he preparado un vermú con soda y unas gotas de gin... Espero no haberme equivocado...
-Que pase buena tarde-noche...

20 DE MAYO
-¡Señor, el crepúsculo cada día se alarga más para su contento...!!! Salga al jardín... Le he dejado unos frutos secos con un vino en rama de Córdoba de la zona de Montilla muy fresquito...
-Si, pero cada vez queda menos tiempo, le recrimino...
-¡Así es la vida, Señor!, le oigo murmurar mientras se aleja...

21 DE MAYO
-¡Señor, ha refrescado y ya puede pasar al jardín!... Le he dejado unos nísperos que espero sean de su agrado...
-Nunca olvido que a esta hora, en verano, le gusta un poco de fruta... Y aunque aún no estamos en esa estación, hoy tenía la sensación de que lo estábamos...
-Gracias, le digo, mientras suavemente se iba recogiendo en sus aposentos...

22 DE MAYO
-¡Señor, apresure y salga al jardín... La tarde es clara y azul y las golondrinas ya buscan sus nidos y regresan...
-Le he preparado su Dry Martini. Revuelto, no agitado... Ah! Y unas aceitunas de Coín... Le dejo en compañía de otro loco, esta vez gallego, feo y sentimental...

23 DE MAYO
-¡Señor, al fin parece que refresca. Ya puede pasar al jardín: la tarde se ha puesto jacarandosa y apetecible...
-Ah!, le he puesto un vermut nuevo que he comprado hoy. Es de Jerez... Espero sea de su agrado. Y como me dijo, le he dejado una de sus debilidades: no sé por qué Brines siempre le gustó en verano...
P.D. Puñetero, qué bien me conoce, exclamo en voz baja...
-¿Me decía algo el señor?, vocifera a lo lejos...
-No, nada... eran suspiros, le digo...
24 DE MAYO
-¡Señor, llega tarde para sus horas en el jardín. Aproveche al menos los últimos minutos!!... Por cierto, he visto que trae un cactus... Se lo he puesto en la mesa del jardín. Al menos ya hay algo verde con vida, aunque sea vegetal!!
-Sí, me lo ha regalado una querida amiga aprovechando que nos veríamos hoy para comer en Macharaviaya, un precioso pueblo de la Axarquía malagueña...
- Todo un detalle... Ah!, le he dejado un Oporto blanco y unas rodajas de salchichón catalán. Esperando sea de su agrado, le dejo con su admirado Brines. Buena tarde-noche tenga el señor!...
25 DE MAYO
-¡Señor, ya vi que ayer al fin se reencontró con amigos eternos, no?...
-Si, la verdad que fue muy agradable y nos hizo un soberbio día sin calor, le contesto.
-Como se ha entretenido con sus bocetos y acuarelas no he querido molestarle, pero le dejé un poco de ron cubano con hielo y una pequeña porción de horchata de chufa en su punto de congelación... Buena noche tenga... Y por cierto, ya ha dado usted mi nombre por las redes. No me importa demasiado, pero debió consultarme...
-Llevas razón, Rogelio. Debí consultarte. Descansa tú también... Buenas noches.


26 DE MAYO
-¡Señor, su hora de jardín cada día empieza más tarde y más tarde acaba... Por cierto, ya que usted ha hablado de mí a sus amigos, sería conveniente que usted aclarase con ellos mi verdadera situación... Lo digo para no dar lugar a malas interpretaciones...
-Ah!, bueno, no te preocupes; quizás esta noche hable de ti y de cómo llegaste a existir, si eso es posible, claro, le digo a Rogelio...
-Le he dejado una copa de licor francés y unos frutos secos... Ya veo que tiene tarea con el Mac... Que tenga buena noche el señor!!!. Ya me retiro a mis aposentos...
-No es nada importante, es que estamos en un debate familiar sobre la finca de Tolox... Buenas noches, Rogelio...
P.D. Como me ha dado permiso, esta noche cuento la historia real de Rogelio, si es posible hacerlo...

Y como he prometido, voy a contar una historia incomprensible por inexistente, pero es una historia real...
Era el año 2004, su primavera. En la familia había de nuevo problemas de salud, ZP había ganado las elecciones tras las mentiras del PP y el 11-M terrible al que quiso endosar a ETA para salir airoso y se le volvió en contra cual boomerang... En este contexto, en aquella primavera sevillana tengo un sueño y al amanecer se convierte casi en realidad. Me encuentro un proyecto de libro: folios A4 encuadernado con gusanillo, con el título EL LIBRO DEL SOSIEGO. Y al abrir la primera página leí:
"Nuestro protagonista -en lo sucesivo, el Sr.- no se casó jamás. Tuvo muchos amores en su juventud, y las más de las veces con mujeres hermosas. Siempre fue un monógamo variable, salvo con su última amada, a la que adora. No conviven juntos: cada uno en sus casas respectivas, llegando a constatar que quizá haya sido esta realidad la que ha permitido mantener el amor correspondido y vivo durante tanto tiempo (más de 20 años): saben ambos que la convivencia lo mata todo.
El Sr. es economista humanista, que no contable, aclaratoria que le gusta reiterar.
Por otra parte, el mayordomo, Rogelio Garret, es decir, yo, portugués que estudié en Inglaterra, adonde fui enviado por mi padre, español de origen cubano (era de Sevilla, ciudad en la que nace con la llegada a España de toda su familia de Cuba tras la independencia de la isla). Mi padre conoce a una portuguesa de Évora de la que se enamora perdidamente. Huyendo de la guerra civil española mis padres deciden instalarse en Lisboa, donde mi madre tiene familia que los acoge. Al cabo, vengo al mundo en Lisboa...
Pronto, muy pronto, mi padre consigue obtener la confianza de uno de los navieros más importantes del puerto de Lisboa, figura fundamental en mi formación...
Tras diplomarme en Filología Inglesa por la Universidad de Oxford, estudios financiados por la naviera donde trabajaba mi padre, decidí estudiar para mayordomo en una casa de la alta aristocracia londinense del barrio de Kensington, donde había quedado vacante la plaza de Secretario del Mayordomo, tras una temporada como pinche de cocina del ama de llaves... Con el tiempo llegué a ser el Mayordomo de la casa hasta mi jubilación.
Casé con el ama de llaves que sustituyó a la que temporalmente fue mi jefa hasta su jubilación; tuvimos un hijo. La vida me lo quitó siendo aún muy pequeño (no había cumplido los cinco años cuando murió) y mi mujer se hundió de tal manera tras su muerte que al cabo murió de tristeza una tarde de otoño años después...
Y ya jubilado y solo decidí regresar a España, a Sevilla, donde todo empezó...
Una noche de 1986 ó 1987, ya no recuerdo bien, conocí al Sr. en LA CARBONERÍA, un lugar donde la progresía sevillana se dejaba ver rodeada de flamencos, bohemios y artistas, desde escritores a cantores y cantaores... Y donde el Sr. era asiduo en aquella época que era muy juerguista en el sentido de estar casi todo el día en la calle: almorzaba y cenaba en la calle y luego seguía la noche con copas... Claro que era la treintena y todo la vida aún por delante...
Y tras este encuentro fraguamos una gran amistad...
Desde entonces, y por temporadas, el Sr. soñó que disponía de mayordomo a su servicio Y en ese deseo, repito, por temporadas, aparezco en su vida; ya sea por la noche o de madrugada o al amanecer sueña con mi existencia, conmigo, Rogelio Garret, yo, que no existo!!!
Esta historia del LIBRO DEL SOSIEGO sería una historia real si no fuese porque el autor de estas memorias, misceláneas, o como quieran llamarles, yo, el mayordomo, nunca existí..."


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