EL LIBRO DEL SOSIEGO: abril-mayo electoral en Madrid

Me llama, al fin, Rogelio Garret desde Lisboa…

-Señor, disculpe que no me haya puesto antes al teléfono con usted; estaba con unos amigos tomando el aperitivo por El Chiado y celebrando la apertura de nuestras fronteras con España y, como sabe, sostengo que es una falta de educación mantener una conversación telefónica con un tercero cuando estamos delante de gente…

-No te preocupes, Rogelio; no era urgente, sólo quería hablar contigo para celebrar precisamente eso, el que al fin podemos cruzar las fronteras de la Iberia…

-Señor, no sabe lo contento que me puse al saber de la noticia. Y como quiera que ya usted se ha vacunado aunque sea con la primera dosis, he pensado que estando yo ya vacunado con las dos podría ya regresar a Málaga, si usted no tiene inconveniente…

-Hombre, de inconveniente nada; el problema es que el domingo que viene se habrá levantado el Estado de Alarma y me iré unos días a Galicia. Pero si quieres puedes venirte y te instalas en casa aunque yo no esté…

-Lo sé, Señor; pero si no va a estar usted mejor lo dejo para su regreso, si no le importa…

-Rogelio, sabes que puedes venirte aunque yo no esté; pero entiendo que para estar aquí solo mejor te quedas en Lisboa hasta mi regreso… Regresaré a finales de junio para la segunda dosis de la vacuna…

-Por cierto, Señor, desde Portugal se ha seguido con cierta extrañeza el nivel de crispación de la campaña electoral de Madrid; extrañeza por el agresivo comportamiento de casi todos… Y sobre todo, por el bajo nivel de debate y de ideas… Pareciera que Madrid haya perdido su cosmopolitismo para convertirse en pueblerina, castiza y zarzuelera…

-Ciertamente, querido Rogelio. Del mismo modo que la Cataluña, la Barcelona cosmopolita que conocimos se ha ‘acatetado’ con tanto nacionalista fullero y corrupto, Madrid lleva años volviendo a lo castizo de la caspa rancia de su gente más indocumentada y enemiga del respeto hacia el distinto, el otro… Todo ha sido un gallinero insultante para cualquier inteligencia humana por mínima que sea. Sabes que sostengo que las crisis que llevamos a cuesta desde que comenzó el milenio (la financiera y la presente pandemia sanitaria) no son gratuitas. Las desigualdades que crea, los conflictos que nacen de aquellas, en vez de convertirlos en problemas a resolver, como dice Marina, el filósofo, permanecen en conflicto para la confrontación en vez de, como problemas que son, resolverlos entre todos. No es una crisis de la democracia; es la falta de respuesta de la democracia para resolver los conflictos que crean las crisis. Y así nacen los populismos, populismos que antes de la UE, la OTAN y otras instituciones, acababan en guerras, como nos demuestra la historia reciente y no tan reciente… Sólo hace falta una chispa del conflicto para que la sociedad arda… Por tanto, la gravedad del presente es que los problemas se mantienen como conflictos y gérmenes de confrontaciones en vez de intentar los necesarios consensos para resolver aquellos problemas…

-Perdona, querido Rogelio, el tostón que te estoy dando, pero cada día me siento más escéptico… Por eso necesito salir, irme lejos unos días; allí, donde lugares eternos de mi vida que me consuelan, me sanan, me calman y siempre me esperan…

-Bueno, Señor; que tenga buen viaje y disfrute dentro de lo que cabe. A su vuelta nos vemos en Málaga…

Buenas noches y que descanse.

-Gracias, querido Rogelio. Eres muy amable… Y repito, como tienes llaves, vente cuando quieras aunque yo no esté…

Buenas noches.