CONSENSOS

Después de una noche larga en sobremesa con amigos gallegos, y algo más descansado ya, y al modo argumentos de mi forma de entender la democracia y la acción política, más allá del soberbio artículo que acabo de subir a mi muro, pondré unos datos para que veamos entre todos la necesidad de volver a los acuerdos, pactos, consensos que son la estructura fundamental y básica de todo pacto social y toda democracia política avanzada.
Para ello voy a utilizar los datos de las últimas elecciones generales en España, celebradas en Noviembre del pasado 2011.

Y así, el PP lleva casi cuatro años gobernando con mayoría absoluta en las Cortes Generales e imponiendo, con la que llaman legitimidad de aquella mayoría absoluta parlamentaria leyes regresivas no aceptadas por el resto de la sociedad española. Se dirá que para eso ganó las elecciones; y sería legítimo si de verdad aquella mayoría parlamentaria fuese también mayoría social. Pero veamos los números...

1.Total votantes 2011:   24.590.557
2.Votos PP:                    10.830.693
3.Esto representa el 44,62%.

Es decir, con el 44,62% de los votos de los que fueron a votar el PP ha gobernado como si hubiese obtenido el 51%, por ejemplo.

Pero la realidad es aún más impresentable cuando nos ceñimos al censo electoral.

1.Censo electoral 2011: 34.301.312
2.Votos PP:                     10.830.693
3.Esto representa el 31,58%.

Es decir, con el 31,58% el PP ha gobernado como si hubiese obtenido el 51% .

Y claro, si tomamos el total no de españoles en edad de votar sino el total de españoles, ciudadanos que no podrán votar pero a los que les afecta en presente y futuro las medias que toman los gobiernos, pues para entonces estos son los números:

1.Población total 2014: 46.464.000
2.Votos PP                     10.830.693
3.Lo que representa el 23,31%.

Es decir, con el 23,31% de los apoyos el PP ha impuesto sus políticas al resto de españoles que representan el 76.69%.

En suma, es verdad que la ley electoral favorece la gobernabilidad, pero una minoría no puede imponer sus políticas sin contar con el resto de la gran mayoría de españoles que no sólo no votan a aquella minoría sino que se siente traicionada por aquella en su presente y su futuro. Por tanto, se impone siempre el consenso, el acuerdo y los pactos.
Y eso es la política. Lo otro, pasado dictatorial y formas obsoletas de gobernar una sociedad moderna y plural como la presente.