lunes, 27 de marzo de 2017

PATÉTICO Y RIDÍCULO

Decía Goethe que "apenas se habla y ya se está uno equivocando".
Pedro Sánchez se equivocó en muchas ocasiones; pero su mayor error fue la entrevista a Évole...
Dicen que los grandes hombres son los que cometen los grandes hombres, pero se les perdona porque son grandes...
En cambio, los hombres corrientes que aspiran a ser grandes no pueden cometer tantos errores ni tan grandes: de inmediato son cadáveres ante los demás...
Claro que, como nadie quiere morirse tan pronto, aquellos hombres corrientes acaban siendo patéticos en su insistencia de querer ser grandes alguna vez.
Para entonces, no sólo son patéticos sino, también, ridículos.
¡Qué difícil nos resulta reconocer nuestras limitaciones!

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