jueves, 23 de marzo de 2017

LA LIBERTAD NUNCA ES GRATUITA

Nuevo atentado de terror en Londres.
El mundo siempre ha sido vulnerable ante hechos como estos; hoy son más frecuentes y más mediatizados, pero desde siempre hubo terror en las sociedades.
Es verdad que no se han resuelto las grandes distancias y diferencias que entre las distintas culturas y sociedades existen, distancias y diferencias no sólo culturales sino también económicas y sociales, cosa que las nuevas telecomunicaciones han mostrado a las claras y en todos los lugares del mundo.

Sólo los países avanzados del primer mundo, los países libres y democráticos, seremos los más perjudicados en esta guerra sin control. Por tanto, hay que reaccionar ya. Y pronto, porque el miedo nos traerá más miserias: mucho me temo que estos atentados, o los pasados en Francia, en Bruselas, etc, serán utilizados por la nueva alianza anglosajona contra la inmigración, lo que a su vez agravará la espiral del terror ante la falta de soluciones. No, el terror yihadista no se resolverá con proteccionismos, muros y guerras; el terrorismo requiere de mucha inteligencia, y nunca mejor dicho...
Y así, no sólo hay que intentar ir a la raíz del problema, cual las desigualdades en el mundo; también hay que reforzar los servicios de inteligencia de los estados democráticos. Y esto supone dejar de rasgarnos las vestiduras por si el CNI o los servicios de inteligencia de Francia, por poner un ejemplo, se han excedido en esto o aquello... Eso sí, luego le recriminamos al Estado que cómo no ha detectado aquel atentado...

Por tanto, menos doble moral y pongámonos las pilas. La libertad nunca fue gratuita; como tampoco la democracia. Y no sólo tiene costes económicos, sino también otro tipo de costes...

¡Ojo!, que como dijo Lorca, "nos acechan todavía"...

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