Estar de viaje te hace sentir estar lejos de los mentideros y las ramplonerías de tanto arrogante tertuliano de turno; al menos, los oyes poco o están ocultos; esos tertulianos que muchos de ellos, en otro tiempo, fueron líderes políticos; otros, fueron, en otro tiempo también, responsables periodistas que detentaron mucho poder y no tuvieron los escrúpulos que hoy reclaman para los que ocupan sus lugares.
Curiosamente, en todos ellos se produce la misma constante: el desprecio hacia el presente y hacia los protagonistas de aquel mismo presente... Y sin siquiera tener la decencia de tener en cuenta que ellos mismos cayeron en los errores que ahora critican; o peor: han olvidado interesadamente que con sus acciones contribuyeron a este espectáculo diario viciado por aquellas prácticas que, sin ruborizarse siquiera, ahora critican con tanto ahínco y fruición...
Lamentable espectáculo diario en esta España que sigue anclada en su mediocridad y en sus banderas...
Ojalá los moralistas del poder se miren alguna vez en el espejo de su pasado. No sólo eran mediocres, sino que de aquellos polvos estos lodos.
Sigamos de viaje, como ausentes, que lo importante es el camino; nunca el destino...
Curiosamente, en todos ellos se produce la misma constante: el desprecio hacia el presente y hacia los protagonistas de aquel mismo presente... Y sin siquiera tener la decencia de tener en cuenta que ellos mismos cayeron en los errores que ahora critican; o peor: han olvidado interesadamente que con sus acciones contribuyeron a este espectáculo diario viciado por aquellas prácticas que, sin ruborizarse siquiera, ahora critican con tanto ahínco y fruición...
Lamentable espectáculo diario en esta España que sigue anclada en su mediocridad y en sus banderas...
Ojalá los moralistas del poder se miren alguna vez en el espejo de su pasado. No sólo eran mediocres, sino que de aquellos polvos estos lodos.
Sigamos de viaje, como ausentes, que lo importante es el camino; nunca el destino...
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