miércoles, 27 de agosto de 2014

REFLEXIONES EN UN DESIERTO; MI DESIERTO...

Lo que vengo defendiendo (al parecer, en un desierto) es que las soluciones a la crisis no pueden ser ya locales, de países. Y mientras lo consientan los países líderes del mundo, EE.UU., China, Alemania, Japón, Inglaterra, Francia, etc, (y cuando digo los países líderes digo los poderes reales de esos países: siempre he sabido que Obama no manda lo que dice que manda; como la Merkel no manda lo que dice que manda; quizás por eso siempre fui muy escéptico), nunca habrá solución duradera a los problemas de la actual crisis.

Reitero, un mundo donde se ha globalizado el poder del capital frente a la dispersión de los poderes políticos en distintos países que siguen con los modelos estados-nación del siglo XIX y XX, será un mundo de esclavos, sin democracia real y sin libertad auténtica...

Y por poner un ejemplo. ¿alguien en su sano juicio y siendo riguroso, es capaz de pensar, desde posiciones progresistas, que Podemos, por ejemplo, de llegar al poder, sería capaz de acabar con la actual crisis económica española? ¿Qué capacidad tenemos en España de ordenar y condenar las golfadas del capital financiero mundial? Dicen, dejamos de pagar la deuda. Vale. ¿Y cómo nos financiamos a futuro, estando el mundo como está y siendo sus poderes reales los que son?

Y lo grave es que el capital mundial, que está formado, entre otros, por tus ahorros y los míos, los de todos, los manejan los grandes grupos financieros, sin patria ni rigor, a su antojo, entrando en el capital de miles de empresas y negocios, muchos ilegales, vía fondos de inversión; fondos de inversión que ni tu ni yo ni nadie controla, porque el controlador, el poder político, en su dispersión de poderes locales, es incapaz de articular una respuesta global a esta situación en forma de contra poder...

¿Hasta cuándo vamos a caer en el juego de cuatro demagogos que no quieren ver la complejidad de la realidad?

Conmigo que no cuenten...

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